Suerte que es tener labios sinceros, para besarte con más ganas.
Suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas.
Suerte que heredé las piernas firmes para correr si un día hace falta.
Suerte que mis pechos sean pequeños y no los confundas con montañas.
Suerte que heredé las piernas firmes para correr si un día hace falta.
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